Mitos y verdades del BDSM
Levantemos el velo de la fantasía para ver la realidad tras el BDSM
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9/25/20243 min read


Mitos y realidades del BDSM
El BDSM ha sido malinterpretado durante mucho tiempo, en parte debido a la falta de información y a la forma en que los medios de comunicación lo representan. En esta sección, vamos a desmentir algunos de los mitos más comunes y a esclarecer las diferencias entre la pornografía y las situaciones reales de BDSM.
Mito 1: El BDSM es abuso
Uno de los mitos más dañinos es que el BDSM es sinónimo de abuso. Sin embargo, hay una distinción muy clara entre ambos. El abuso es la imposición de poder o control sin el consentimiento de la otra persona, causando daño emocional o físico sin su aprobación. En el BDSM, todo ocurre bajo un acuerdo consensuado donde todas las partes involucradas establecen claramente sus límites y deseos. Además, hay una responsabilidad compartida en la seguridad y el bienestar de todas las personas involucradas. En una dinámica abusiva, la persona sometida no tiene control ni agencia, mientras que en el BDSM, incluso la persona sumisa tiene el poder de detener una escena en cualquier momento.
Mito 2: El BDSM es solo dolor
Este mito asume que todas las prácticas BDSM involucran dolor físico. Si bien el sadomasoquismo es parte del BDSM, no todas las personas lo practican. Muchas personas disfrutan de la dominación psicológica, el control sin dolor físico, o prácticas de restricción suaves como el bondage sin implicar ninguna forma de castigo o dolor. Además también existen los juegos de sensaciones, y juegos en donde se utiliza el placer y la excitación y los ritmos de los mismos como forma de dominación. El BDSM es un espectro de prácticas y roles que varía de persona a persona.
Mito 3: Solo los hombres son dominantes y las mujeres sumisas
Este mito perpetúa roles de género tradicionales y refuerza estereotipos. Sin embargo, en el BDSM los roles no están ligados al género. Tanto hombres como mujeres pueden asumir roles de dominantes o sumisos. Además, hay muchas personas que se identifican como "switches", lo que significa que pueden alternar entre los roles de dominante y sumiso dependiendo de la situación o de con quién estén.
Mito 4: El BDSM es como se ve en la pornografia.
La pornografía ha tenido un papel significativo en la difusión de imágenes distorsionadas del BDSM. La representación en las películas para adultos no refleja las prácticas reales, y muchas personas nuevas en el BDSM pueden tener expectativas irreales basadas en lo que ven en estos medios.
La pornografía está guionada:
Las escenas de BDSM en la pornografía están coreografiadas para impactar visualmente y entretener a la audiencia. No muestran el proceso de negociación, los límites o la seguridad detrás de cada interacción. En la vida real, las personas que practican BDSM pasan mucho tiempo discutiendo lo que harán, asegurándose de que todos estén cómodos antes de comenzar. La pornografía, en cambio, omite estos detalles, dando una imagen irreal del BDSM.Falta de representación del aftercare:
El aftercare, o cuidado post-escena, es fundamental en el BDSM real, pero rara vez aparece en la pornografía. Las películas se enfocan en la acción y el clímax, dejando de lado la importancia de cuidar las emociones y el bienestar de las personas involucradas después de una sesión intensa. En la realidad, el aftercare es crucial para la estabilidad emocional y física.El consentimiento y la comunicación:
En las películas pornográficas, el consentimiento y la negociación no se representan de manera visible. Sin embargo, en una situación real de BDSM, el consentimiento es el corazón de todo lo que